Introducción histórica del municipio de Fene
La gran densidad de población del municipio ha forzado la destrucción de yacimientos prehistóricos, siendo muy pocos los que aún se pueden rastrear y sólo guardan interés para los expertos. En un pedregal a la orilla de la ría, frente a Maniños, se descubrió en 1977 un interesante conjunto de piezas del Paleolítico Medio. También es interesante el Marco de San Lourenzo, menhir de unos 50 cm. de altura, de la época Megalítica, donde estuvo la ermita de San Lourenzo, en el límite de los ayuntamientos de Fene y Cabañas. En la cima del monte Marraxón, que en parte pertenece al vecino ayuntamiento de Neda, se pueden ver dos conjuntos de mámoas. Uno de ellos en el pico más alto, el Coto do Rei, y otro un poco más al sur, a la orilla de la pista que sube desde el cementerio de Sillobre, por Buyo, hasta la cima. Algo semejante pasa con los castros. El de Cardoeiro, o de As Pías, situado junto a la iglesia de Perlío, fue deshecho en 1970 por las obras de ampliación de la factoría de Astano. El de Barallobre desapareció en parte por construcción de viviendas. Lo atraviesa una pista y lo que queda está aprovechado como tierra de cultivo. Algo semejante le pasó al de Sartego, en la carretera de Perlío a Neda, y al de Río Castro en la orilla de la ría de Ares. Al comienzo de la carretera de Fene a Lavandeira está el castro de Orra, sobre el que hay una casa de reciente construcción. Mejor suerte corrió el de Magalofes, en Fontenova, por encontrarse en un lugar alto y apartado, aunque está cubierto de árboles y espesa vegetación. También está bien conservado el de Prismos en Limodre. La primera noticia documental que tenemos del municipio de Fene aparece en una escritura del año 1110. Se refiere a un pleito sostenido entre las mitras de Santiago y Mondoñedo por la propiedad del Arciprestazgo de Bezoucos, y en la relación de las personas citadas aparecen los párrocos de Sillobre y Fene.
En otro documento de 1472, firmado por Alfonso X en el monasterio de San Martiño de Xubia, se libera a la demarcación de Maniños del señorío de Caaveiro, pasando a depender de la villa de Pontedeume. En 1595 se inaugura el libro bautismal de Fene, figurando ya como parroquia totalmente independiente y con el mismo nombre. Pero la historia del municipio de todas formas, es inseparable de la de Ferrol, sobre todo desde la instalación del arsenal en el siglo XVIII.
En el escudo del ayuntamiento aparece un velero en oro sobre ondas de plata y azul, superado por ocho roelas y timbrado de corona real en oro.
Paisaje y patrimonio
A pesar de ser un ayuntamiento densamente poblado y nacido a la sombra de una gran industria, Fene guarda una gran belleza paisajística. De la época en que fue zona residencial y veraniega de la gente acomodada de Ferrol conserva bonitos palacetes, algunos abandonados y ruinosos. Entre ellos se puede contar el llamado Pazo de Maniños, cerca del embarcadero y muy próximo a la orilla de la ría, rodeado de gran finca cerrada. Pequeñas huertas, jardines y una exuberante y desorganizada vegetación arbórea empeñada en cubrir toda la superficie no ocupada por casas o edificios. En la zona más oriental, al este de la N-VI, los bosques de pino y eucalipto tapizan el suelo dejando sólo algunas pequeñas islas de prados o maizales. Puede visitarse esta área circulando por la carretera de Lavandeira, de la que salen pequeñas pistas a las aldeas de Buio o al caserío de Curbeira. Una de ellas llega hasta un paso de la cima del Coto do Rel, en los montes de Marraxón. Se tiene desde allí una excepcional vista de toda la ría de Ferrol, y los expertos en arqueología pueden rastrear las huellas de las mámoas antes citadas.
También por la carretera de Lavandeira se puede alcanzar el alto de San Marcos y luego bajar hasta As Ribeiras, haciendo una parada en el Ponte das Ribeiras.
Un antiquísimo puente de arco de medio punto, con otros dos huecos para dejar pasar el agua de un viejo molino, atraviesa el Belelle, junto a un lugar de descanso. En este río se practica la pesca deportiva y en los montes de Sillobre y Magalofes, la caza.
Al borde de la carretera de Perlío a Maniños hay un gracioso y original monumento al Camiñante Descoñecido, con los nombres de personajes gallegos en el respaldo de los bancos del pequeño jardín.
Gastronomía
Almeja fina (ruditapes decussatus) Almeja babosa ( venerupis pullastra)
TAREA
La tarea será la elaboración de un delicioso plato de almejas a la marinera. La variedad utilizada será la babosa, ya que la fina suele cocinarse a la plancha.
Los ingredientes, para 6 personas son:
-2 kg de almejas
-2 cebollas grandes
- medio vasito de vino blanco.
- 1 cucharadita de harina
-un poco de perejil
-aceite de oliva virgen
Procedimiento
Picar la cebolla y freírla en una cazuela con suficiente aceite para cubrir la cebolla, sin dejar que se dore, tan pronto esté blandita la cebolla, se añaden todas las almejas SIN AÑADIR NADA DE AGUA NI DE SAL, ya que las propias almejas sueltan la cantidad justa de agua. Se añade inmediatamente elvino mezclado con la harina y el perejil.
Cuando las primeras empiecen a abrirse se revuelven un poco para facilitar que todas se abran.
Tan pronto se observe que la mayoría están abiertas se apagan. NO DEJAR QUE CUEZAN una vez abiertas, porque se endurecen y no quedan bien.
Evaluación
Los propios comensales darán el veredicto, puntuando del 1 al 10 el plato elaborado.
Recursos
http://www.mariscosdebarallobre.com/
www.esgalicia.com/concejos
www.agalicia.com/fene
www.foro-ciudad/la-coruna/maninos
